domingo, noviembre 27, 2005

Mujer de los ojos desconocidos.


Fue un día
En que mis pasos envolvían la ciudad
En que mi pasión por lo inesperado se apagaba
Fue un día
En que mis pensamientos estaban mudos
En que mis ojos por fin veían lo cuerdo
Fue un día
Como ninguno
Como cualquiera.

Fue aquel día
En que era acariciado por el frío punzante
En que la piel dormía aún sin reparos
Fue aquel día
En que la gente no te miraba, como es usualmente
En que el mundo seguía mecanizado
Fue aquel día
Solo como aquel
Solo como aquellos.

Fue exactamente ese día
En que me encontraba parado mirando la muchedumbre
Cuando me alumbraste con tus ojos
Fue exactamente ese día
En que todo era rutinariamente escaso
Cuando tus pupilas, profundas y misteriosas, se acercaban cautelosamente
Fue exactamente ese día
Que solo me fijé en ti
Que solo me fijé en nadie, excepto tus ojos.

Fue en ese momento
En que tus ojos abrieron un vacío en el tiempo
En el que me sumergí y amé por ese segundo prolongado
Fue en ese momento
En que tus grandes luceros de esmeralda dibujaban mi mirada
Cuando pensé que ni Matta ni Picasso ni Dalí podrían expresionar tanto como tú
Fue en ese momento
En que, además de tus verdes ventanas al alma, fotografiabas una sonrisa a mi día
Justo en ese momento y no en otro.

Fue en ese instante
En que pasaste a mi lado y seguiste tu rumbo
Cuando recordé que no te conocía.

viernes, noviembre 18, 2005

La encontré una noche.


Y la encontré
Un día de sombra
Pero en ella una pequeña luz
Que tiritaba agonizante
Yo lo supe
Yo lo vi
Y la encontré
Sumida en olvidos
Soñando recuerdos
Volando sobre algo
Y volaba sobre mí
Yo la vi.

Y me encontró
Un día de sombra
Pero en mí una pequeña luz
Que latía esperanzadora
Ella no lo sabía
Yo, incluso, apenas
Y me encontró
Sumido en recuerdos
Soñando olvidos
Volando sobre todo
Y ella voló conmigo
A mi lado… volamos.

Y la besé
En una noche extraña
Que vislumbraba privacidad
Y el mundo se achicaba para nosotros
Y el viento marino nos empujaba a abrazarnos
Así es, la besé
Y la besé
Sin sentimiento alguno
Con una pequeña historia olvidada
Llena de polvo y rosas secas
Pero algo me desdeñaba
Era la vida y su pureza sentimental.

Y me besó
Pensando y acogiendo mis palabras
Tomando el momento y acariciándolo
Viviendo aquel beso
De esa noche extraña para nosotros
En que el alba nos amenazaba con llegar
Y me besó
Sin sentimiento alguno
Pero sentía
Quería… rescatarse
Y hacer linda una historia escueta
Pero algo la desdeñaba, era el temor.

Y la tomé de la mano
Para volar juntos
Veíamos los segundos pasar
Fugaces tras nuestros besos
Pero algo me acechaba
Era la llegada de la incertidumbre
Y la tomé de la mano
Para entenderla
Para presentarle mis estrellas
Y para que viera dentro mis ojos
Yo partía y no la quería abandonar
La vida me abrazó y me sensibilizó.

Y me tomó de la mano
Para abrazarme y mirarme
Quería presentarme sus pétalos
Quería ver conmigo esa ilusión
Con miedo de que llegara
Y solo me abrazó
Y me tomó de la mano
Para sentirme
Y sin pensar en el mañana
Quería besarme
Y comprometer un lenguaje
Tenía miedo y se sensibilizó.

Ahora comprendo
Te seguiré besando
Y tú me seguirás tomando de la mano
Así nos sensibilizamos juntos
Y hasta quizás
Comencemos a querernos.

viernes, noviembre 11, 2005

Vacío súbito en un todo esperado.



Y sentía que el mundo dejaba de mirarme
Abandonado, incluso, por el movimiento
Abandonado, incluso, por la persistencia
Abandonado, incluso, por la brisa apasionante
Y sentía que me hacía invisible.

Más no poder esperar
Adentrarme en el crucero lleno de flores
Más no poder separar
El pensamiento sicodélico de la obligación cierta
Más no poder… comenzar a soñar.

Y sentía las voces del aire y del mar
Haciendo dibujitos tristes en las nubes
Haciendo las nubes tristes
Mirando la ciudad tan cerca y yo tan lejano
Y sentía que me desvanecía.

Mirando el lecho de la historia
En donde salían a flote esas personas
Y lloraba y sentía y reía y sostenía
Siendo empujado por el viento emocionante
Hacia el abismo del horizonte.

Y sentía que corría sobre los labios de algo
La boca sensual de la oportunidad
Que me besaba una noche recordando un romance
Que se humedecía con mis lágrimas de cortejo
Y sentía que era de nadie.

Yo cortejaba el perfume del vacío
Cuando no estaba, pero me miraba
Oyendo los aforismos que recitaban las estrellas
Danzando sobre un piano ingrávido
Yo reía de todo lo sucedido, ya no lamentaba.

Y sentía el calor de las ilusiones
Que caían abrazadas en cada lágrima de lluvia
Siendo un tímido rocío en un tibio amanecer
Que me hizo joven al despertar acariciando una sonrisa
Y sentía el polvo de la perplejidad disipándose en segundos.

Cada momento se paralizaba a mis espaldas
Más no poder avanzar
De un canto suntuoso en el aire
Más no poder creer
Que era el alba disfrazada de noche.

Y sentía que gastaba mi tiempo
Se me escurría como agua entre mis dedos
Como sabor en el paladar
Gastándolo tímidamente en una poesía olvidada
Y sentía que me gastaba.

Ya más no poder acariciar de la misma forma
Donde el tacto se convierte
De seda a escalofríos, de escalofríos al miedo
Y la soledad me abrazaba de una forma distinta
Como flores a la luz, como luz a la sombra.

Y sentía que me cuidaba
De las voces del olvido y el pesar
Del sentido inicuo espiándome tras un espejo
Y olvidando que olvidaba
Y sentía el frío de que están hechas las cosas.

Seducciones como cielo al ave
Como lenguaje a la expresión
Era mi ausencia resentida
En el lugar ausente desde las distancias inexistentes
Era sumido en una total aflicción súbita.

Y sentía el dolor inherente
Del no saber un sentir sabido
Bullado de gritos ahogados y silencios caóticos
Abandonado, incluso, de la cordura sicótica
Y sentía la deleznable duda sobre mí.

Y sentía el más no sentir
Cuando el mundo calla y tú continúas volando en el ruido
Cuando floreces y el aire no te toca
Y sentía, entonces, la pasión hacia ese polen olvidado
Cuando despiertas extrañando algo incierto
Cuando visitas por fin tu alma ensimismada sangrando esperanzas
Y sentía mi alma
Y sentía mi vida
En el valle endulzado rebozante de minutos fugaces y calvarios melodiosos
Donde hay un vacío en el tiempo ocupado por mi parafernalia.