jueves, marzo 13, 2008

El ojo húmedo

Un ojo húmedo me miró y me dijo:
“¿Qué miras?”
El ojo me descubrió viéndolo de soslayo
Cuando yo solamente miraba mi entorno.

Quería ver cómo la luna se escondía
Entre montañas sinuosas e imponentes
Porque era luna llena
Y mi mirada se llenaba de ella.

El ojo húmedo enloqueció
Parpadeaba con dolor
Y veía todo borroso
Pude darme cuenta de eso.

Cuando notaba que no había un noche estrellada
Y me invadía la desilusión
Porque no quería estar solo
Ya que las luces no eran buena compañía.

Y el ojo nuevamente me habló
Me dijo: “¿Acaso nunca has visto un ojo húmedo?”
Yo quedé en silencio y oía mis pensamientos
Que bajaban impertérritos a mi morada.

Es que el ambiente daba para mucho
La pena se regocijaba danzando desnuda
Y la lástima reía de todo lo que veía
La luna ya no quería ver más todo esto, se había ido.

Y el ojo húmedo me pidió un cigarrillo
Yo sabía de la relación entre el frío y la pena
Y notaba como la locura se hacía parte de todo esto
Mientras que la profundidad de la noche nos envolvía.

No quería ni imaginarme lo que sentía el ojo húmedo
Esa crudeza endemoniada que las personas no entienden
Esa caída súbita entre la nostalgia y el silencio
Ése ojo húmedo que es mi propio ojo.

Que me hablaba en fluidas lágrimas, divagando.

sábado, marzo 08, 2008

Morir



III

Un hombre miraba un arrebol,
Y cuando este se desvaneció en la oscuridad,
El hombre lloró.
Eso es morir…

Me lo dijo la noche, compañera de sueños.

Una ola quería acariciar una roca,
Pero la marea desistió y durmió serena,
La ola nadó en otra dirección.
Eso es morir…

Me lo dijo un pez a la pasada.

Una hoja esperaba con ansias el otoño,
Y cuando este llegó… algo atrasado,
La hoja no cayó.
Eso es morir…

Me lo dijo un árbol amigo mío.

Una guitarra necesitaba el cariño de unas manos,
Estas llegaron, intentaron tocarla,
Pero la guitarra desafinó.
Eso es morir…

Me lo dijo un acorde, amigo de mi oído.

Una mesita se encontraba en un sótano,
Tomando un café con su amante el polvo,
La mesita esperaba un artefacto sobre sus hombros,
El polvo esperaba una brisa pura,
Sus esperanzas nunca llegaron…
Y ellos fueron presa del olvido.
Eso también es morir…

Me lo dijo la soledad, mi amante ocasional.

Siempre es morir.