jueves, agosto 26, 2010

Sensaciones




Una noche de luna llena decidí escribir
Sobre esos misterios de la vida
Vencido, lejos de alguna razón
Vencido, dejándome atrapar por el aire
En silencio, contemplando, aquellas hojas
En una dirección conjunta
Aquella alba, color de mi mirada
Que ya me ha abrazado, dejando huellas en mi piel
Dejando una mañana que extraña
Una causalidad con vestigios por doquier.

Aún, me niego a cuestionar
Sólo me detengo a mirar mis manos
Y sentir que no están solas; tocadas, tocando
Un momento íntimo como el mirarse a los ojos
Y sentir que no hay distancia
Como la luna y la noche
Como la boca y un beso.

Me detengo, para abrir mis ojos y ver esas postales
Que dejan el juego de dos alientos
Que se consumen a la vez que se dan vida
El ayer, que ahora parece vacío sin esos roces
Que el presente me hace extrañar aún en ellos
La sonrisa, que se escapa de la boca sin un porqué
Con la sola mirada que se hunde en un destello
Con un solo destello que da luz a todo el día
Un día que no basta, sino un número incontable
Para dormir bajo un abrazo y despertar,
Sin querer salir de él.

Me detengo y cierro mis ojos, porque extraño
¿Acaso no extrañarán los ojos a la mirada?
¿Acaso no extrañará la voz a las palabras?

Los misterios de la vida se nutren de no tener respuestas
Y se alimentan de la pregunta y la búsqueda
Mas, yo me detengo y no cuestiono
¿Es que acaso las nubes se cuestionan de ser abrazas por el cielo?
Me detengo y encuentro en el silencio lo que quiero oír
Que no son palabras, que no son respuestas
Sino una mano que se posa en mi piel
Una mirada que me busca y me encuentra buscándola
Un suspiro ajeno que nace en mis labios
Un ronroneo que rueda por cada caricia
Un día que espera con ansias a la noche, a otro día, otra semana
Y no me pregunto porqué
Solo me detengo a mirar la luna y ver tu rostro.