lunes, julio 19, 2010

Si tan solo otra ala...



Se me ocurrió que tal vez, este poema también podría servir para hacer un Shortcuts animado, con música de Yann Tiersen o algo así. ¿O estaré pelando mucho el cable?



Tras un día soleado o quizás nublado
Tras una multitud inquieta
Un ave se pasea por cada lugar
Pendiente, invisible,
Veleidosa, a veces
Irresoluta, a veces.

Tras una cortina de rostros desconocidos
Tras un bullicio inefable
El ave contempla lo que nadie ve
Ensimismada, sonriente
Inquebrantable, a veces
Tímida, a veces.

Tras el horizonte inalcanzable
Tras un día ya pasado
El ave vuela y sonríe
Susceptible, desnuda
Con una lágrima de alegría
A veces,
Con el rostro descubierto
A veces.

Tras el sonido de una brisa
Tras un manto neblinoso
 El ave descansa en su manantial
Distraída, volátil
Buscando, a veces
Dejándose encontrar, a veces.

Tras un concierto de relojes
Tras la erosión de la tierra
El ave contempla su reflejo en una pileta
Seria, impenetrable
Cansada, a veces
Resignada, a veces.

Tras una lluvia fugaz
Tras una lluvia implacable
El ave se divierte volando sin destino
Extasiada, sin voz
Alucinada, a veces
Anonadada, a veces.
Tras una noche larga
Tras una noche fría
El ave duerme sola en una cornisa
Onírica, utópica
Deseosa, a veces
Melancólica, a veces.

Tras miles de arreboles
Tras miles de albas
El ave ya no vuela
Imposibilitada, tullida
Sabia, a veces
Nostálgica, a veces.

Tras la consecución normal de la vida
Tras un largo otoño
El ave descansa para siempre
A los ojos de todos
Sempiterna, carcomida
Bella, a veces
Inconclusa, en ocasiones.