Y yo envolvía tu boca
Tan suave, tan tenue
Contemplando la melodía perfecta
Del cual están hechos tus rasgos.
Te miraba, miraba como no mirabas
Miraba como mi mirada te acariciaba
Y delineaba tus cejas
Besando esos ojos cerrados
Respirando esa pasión que nacía entre tu cuello y mis labios.
El aire nos apretaba con disimulo
Y tú acercabas esa boquita en forma de corazón
Abriéndola levemente al encuentro de mis sueños
Y mis sueños dormían tras mi mirada que enloquecía
Buscándote, encontrándote, y besarte suavemente con los ojos abiertos
Para ver que formas adoptaba ese beso, que besaba el movimiento.
Y yo dejaba volar un par de palabras para que rociaran el momento
Era un rocío límpido y húmedo que nos acariciaba
Cuando nuevamente abrías los ojos para acariciar
Esa leve distancia entre nuestros labios que solo buscaba el roce
Y ese roce hacía que desnudaras mis labios tiernamente
Al compás de mis manos rodeando tu cuello
Al compás de tus dedos rozando mi espalda.
Y tras nosotros sonaba esa música, íntima y casi lejana
Que se perdía en el silencio provocado por nuestra insaciabilidad
El alba nos miraba, dejando un rostro delicado a nuestro enceguecido entorno
Que ya había desaparecido y nos bajaba a la más elevada sensación
Y sentía tus manos apretar mi cuerpo bosquejando una sutil caricia
Danzando con mi torso adherido hasta no poder más junto al tuyo
Y yo movía tu cabello lejos del camino que recorría mi boca
Desde tu pecho hasta el cielo de tus ojos entreabiertos.
Nuestra respiración jugaba en un júbilo casi vertiginoso
Nuestras miradas se iban
Tus hombros descubiertos cantaban un cosquilleo contagioso
Nuestras bocas nuevamente dibujaban un beso profundo y sabroso
Y yo me desprendía, para volver a envolver tu boca
Suave y tenue
Inmóvil y desnuda
Tuya y mía.
Tan suave, tan tenue
Contemplando la melodía perfecta
Del cual están hechos tus rasgos.
Te miraba, miraba como no mirabas
Miraba como mi mirada te acariciaba
Y delineaba tus cejas
Besando esos ojos cerrados
Respirando esa pasión que nacía entre tu cuello y mis labios.
El aire nos apretaba con disimulo
Y tú acercabas esa boquita en forma de corazón
Abriéndola levemente al encuentro de mis sueños
Y mis sueños dormían tras mi mirada que enloquecía
Buscándote, encontrándote, y besarte suavemente con los ojos abiertos
Para ver que formas adoptaba ese beso, que besaba el movimiento.
Y yo dejaba volar un par de palabras para que rociaran el momento
Era un rocío límpido y húmedo que nos acariciaba
Cuando nuevamente abrías los ojos para acariciar
Esa leve distancia entre nuestros labios que solo buscaba el roce
Y ese roce hacía que desnudaras mis labios tiernamente
Al compás de mis manos rodeando tu cuello
Al compás de tus dedos rozando mi espalda.
Y tras nosotros sonaba esa música, íntima y casi lejana
Que se perdía en el silencio provocado por nuestra insaciabilidad
El alba nos miraba, dejando un rostro delicado a nuestro enceguecido entorno
Que ya había desaparecido y nos bajaba a la más elevada sensación
Y sentía tus manos apretar mi cuerpo bosquejando una sutil caricia
Danzando con mi torso adherido hasta no poder más junto al tuyo
Y yo movía tu cabello lejos del camino que recorría mi boca
Desde tu pecho hasta el cielo de tus ojos entreabiertos.
Nuestra respiración jugaba en un júbilo casi vertiginoso
Nuestras miradas se iban
Tus hombros descubiertos cantaban un cosquilleo contagioso
Nuestras bocas nuevamente dibujaban un beso profundo y sabroso
Y yo me desprendía, para volver a envolver tu boca
Suave y tenue
Inmóvil y desnuda
Tuya y mía.