Poso
mis ojos en la distancia
Pero no
la del prismático en la lejanía
Y
observo el abismo de la misma forma que el camino
Una
lluvia tibia humedece mi rostro
Confundiéndose
con mis lágrimas, aciagas
Que
lloran el recuerdo y lloran el deseo
Que
lloran solas
Quizás
por nada o quizás por todo
Y
camino sintiéndome en el aire
Mirando
la gente sin rostro
Denotando
su ausencia (o tal vez la mía)
Y me
arrimo a un cuarto oscuro
Como un
animal sin ojos
Fumo,
pienso, me alejo
Del
camino
Del
abismo.
Abro
mis ojos sintiendo una agonía
Y los
cierro sintiendo un consuelo
El
insomnio comienza a ser la vida entera
Y la
vida, un sueño sin propósito
Como un
ave vuelo huyendo del invierno
Pero no
es del invierno de quien huyo
Y
tampoco huyo
Exhausto
observo la luz siendo aplastada por la noche
Exhausto,
añoro irrealidades mágicas
Perderme
en mundillos íntimos
En
cielos alternos
Ser
tinta, ser papel, ser poesía
Porque
no estoy aquí no tampoco allá
Tal vez
esté en un acorde de blues
Desgarrado,
cantinezco
En una
guitarra carcomida por el dolor
Sublime
Olvidado.
Poso la mirada en el vacío
Y el vacío se posa en mí
Desfragmentándome hasta perderme
Como un puñado de polvo en el aire
Soy polvo, soy aire
Soy la insignificancia, soy polen
Poso mi mirada, exhausta
En el gentío prescindible
En el mismo sol cada tarde
En mis pasos inocuos, en círculo
Exiliado del tiempo, del calendario
Soy relatividad, soy percepción
No me busquen, pero no me olviden
Poso mi mirada en un punto muerto
Mientras la vida pasa
Soy melancolía
Soy azar
Soy la vida
Soy la muerte.
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