sábado, abril 27, 2013

Triste otoño




Y la noche caía
Como la mirada en el vacío
Desorbitada y desparramada
Atónita y vulnerable
Caía, y aún sin llegar
La vida había pasado
Dejando un vestigio somnoliento
En los albores de un pestañeo confuso.

La noche caía
Y con sus brazos oscuros
Abrazaba la eternidad
Una lágrima estrellada
Desaparecía tras el infinito
Como la sonrisa desaparece tras la congoja.

La noche caía
Y con ella,
Las hojas del otoño
¿Cómo no caer entonces,
el sol tras el horizonte?
Caen lentamente los párpados
¿Cómo no caer entonces,
La tristeza arrastrándose por la mejilla?

Cae la noche
Y con ella se hunde el día
Bajo la tierra
En un féretro lleno de memorias
Desaparece la vida
Como los besos tras esa boca fría.

Desaparece la visión
Así como nace el recuerdo
¿Cae la noche y no caeremos nosotros?
Cae la niebla como cae la cercanía
Caen las hojas como se desprenden nuestras
                                                          [manos.

La tierra abraza la distancia
Irrevocable ausencia
Nuestras miradas se desprenden
Como el pálpito y la quietud
Tu piel se desvanece
Como el tacto en mis manos
Tu figura se confunde ahora
Con el fondo del abismo que mis ojos ya
                                                          [no ven
Y la oscuridad de la noche donde mi mirada
                                                          [ya cayó.

Cae la noche
Atónita y fulminante
Nace un silencio ahogado
De aquel aire que ya no compartimos
Caemos como hojas de donde ya no pertenecemos
Somos el otoño, irremediablemente
La tierra nos abraza
Ahora somos un recuerdo.      


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